Modificar los patrones de comodidad para los pasajeros en los vuelos

No es su imaginación: los asientos de los aviones se han ido encogiendo desde los ochenta. Hasta ahora, los pasajeros han metido los codos, juntado las rodillas y protestado en voz baja, pero parece que esto puede cambiar. ¡Ya era hora!

¿Qué problema tiene señora?

El senador de los EE.UU. por Nueva York, Charles E. Schumer, ha exigido que la FAA termine con la reducción del tamaño de los asientos. “La reclamación más repetida de los pasajeros de las aerolíneas en la zona de la capital es el tamaño de los asientos,” cuenta el Sr Schumer. “Por eso soy el defensor de la ley para luchar contra meter a los pasajeros como sardinas y exigir a la FAA que ponga en marcha un plan para terminar con la reducción de su tamaño de una vez por todas.”

Al presidente de la página web FlyersRights.org, Paul Hudson, le preocupa el impacto de esta reducción en los pasajeros. “A lo largo de los años no solo se ha reducido el tamaño de los asientos, sino también la profundidad de los mismos. Han encogido los aseos. Han encogido los pasillos. Algunos pasillos no miden más de 38cm hoy en día, lo que obliga a los pasajeros a caminar casi de lado para poder moverse.”

Aparte del riesgo de sufrir trombosis en el sistema circulatorio (DVT) durante los vuelos largos, ya ha habido varios incidentes como resultado directo de las apretadas condiciones en los aviones, como el perro que murió ahogado en 2018 después de que una azafata insistiera en que viajara en los compartimentos superiores en vez de a los pies de su dueño. A FlyersRights.org también le preocupa que las condiciones en las cabinas pusieran dificultades a la hora de evacuar el avión en menos de 90 segundos: requisito exigido a las aerolíneas en caso de emergencia.

Así que, ¿quién es responsable de esta situación? Las aerolíneas, por supuesto. Al subir el precio del combustible se hace más difícil conseguir beneficios para los accionistas, así que la solución más obvia es meter a más pasajeros en asientos más pequeños. También la FAA. En estos momentos no hay límites para el tamaño de los asientos. Aunque sí existen límites para el tamaño de las filas junto a las salidas de emergencia, no los hay para las otras partes del avión

así que, ¿qué está haciendo la FAA para hacer los asientos más cómodos?

De momento, no mucho. Pero parece que los pasajeros están perdiendo la paciencia. Un portavoz de la FAA ha confirmado que son conscientes de las exigencias del proyecto de ley de Reautorización para regular el tamaño de los asientos y que lo van a cumplir. Aunque a estas alturas, todavía no explicado cómo van a implementar ninguna de sus disposiciones.

¿Qué requerimientos están pendientes para mejorar la comodidad de los pasajeros

El proyecto de ley de Reautorización se ocupa de varias peticiones en cuanto al transporte aéreo. Las que tratan de la seguridad y el bienestar de los pasajeros son:

• Los pasajeros deben poder facturar los carritos de los niños y las embarazadas deben poder embarcar antes que los demás.
• Será ilegal meter a un animal vivo en los compartimentos superiores de equipaje.
• Hacer una declaración de derechos para los pasajeros con discapacidad para asegurar que sean siempre tratados con dignidad y respeto. Esto incluye elegir el asiento adecuado y buscar sitio para las sillas de ruedas y demás equipamiento necesario.
• Y, por supuesto, crear un límite mínimo para la distancia entre un asiento y el respaldo del asiento de delante.

¿Hay luz al final del túnel?

La ayuda para hacer más cómodo el transporte aéreo se encuentra en los sitios más inesperados. Por ahora, los vuelos transatlánticos y los aviones de largo alcance (ULR) van en cabeza. En 2018, Singapore Airlines lanzó el vuelo más largo del mundo que conecta Singapur y Nueva York, cubriendo 16.635km en 19 horas, y Qantas hizo su primer vuelo sin escalas de Australia al Reino Unido, volando 17 horas seguidas desde Perth a Londres Heathrow.

El afán por hacer estos vuelos súper largos (ULR) más frecuentes podría tener dos efectos positivos en los codos, los traseros y en los bolsillos de los pasajeros. Para empezar, existe una tendencia por reemplazar las aeronaves de largo recorrido que usan combustibles fósiles. Aunque el Airbus A350-900 ULR bimotor usa un 25% menos de combustible que su predecesor, todavía tiene que llevar 24.000 litros adicionales de combustible para hacer posible el vuelo de 9.700 millas náuticas sin escalas. Y mientras más combustible use, más caros los billetes.

Una de las mejores maneras para el sector de la aviación de resolver el rompecabezas de cómo hacer espacio para los pasajeros a la vez que se consiguen beneficios en un momento en que el precio del combustible está en alza es fabricando aeronaves eléctricas.Una aeronave transcontinental eléctrica será viable cuando las baterías sean capaces de producir 400 vatios-hora por kilogramo. Las baterías de litio pueden de momento conseguir densidades de energía de alrededor de 300Wh/kg, lo que significa que no queda mucho para conseguirlo.

En segundo lugar, los vuelos de larga distancia han puesto de manifiesto la necesidad de mejorar las condiciones de las cabinas para pasajeros que pasan 19 horas o más dentro del avión. El Airbus A350-900 ULR tiene techos más altos, ventanillas más grandes y luces que reducen el jet lag. Una configuración con niveles de humedad más altos y una altitud más baja en cabina son ya posibles gracias a las nuevas tecnologías, y Airbus está estudiando añadir cápsulas para dormir bajo el suelo y salas de reuniones en la zona de carga. También están considerando añadir zonas de juego para niños.

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