Las carreras de Fórmula 1 tienen lugar por todo el mundo, y cada vez que se trasladan hay mucho que llevar. Aquí le contamos cómo los aviones privados hacen de este fenómeno global de los deportes de motor una realidad.
Cómo los aviones privados llevan la Fórmula 1 por todo el mundo
Las carreras de Fórmula 1 tienen lugar por todo el mundo, y cada vez que se trasladan hay mucho que llevar. Aquí le contamos cómo los aviones privados hacen de este fenómeno global de los deportes de motor una realidad.
Cómo nos ponemos en marcha
Cada una de las carreras del Gran Premio de Fórmula 1 tiene que ser trasladada por partes de una cita a la siguiente, y allí montada de nuevo a tiempo para la próxima carrera. Puede parecer sencillo, pero la enorme cantidad de material y las largas distancias que tiene que recorrer hacen de la Fórmula 1 una obra maestra de la logística.
La compañía de transporte oficial de la Fórmula 1, DHL, dice que seis de sus Boeing 747 recorren hasta 132.000km durante la temporada de nueve meses de F1, trasladando toda la carga de 10 equipos y 20 pilotos por los cinco continentes. Supone una media de 50 toneladas de carga por equipo, 30 contenedores de mercancías con equipo de atención al público, 150.000kg de material de prensa y 10.000kg de material electrónico por cada equipo de F1.
Coches de Fórmula 1 y fregaderos
La organización comienza el domingo, a la vez que todo el drama de la carrera se acerca a su desenlace hacia la bandera de cuadros. Uno de los mayores acontecimientos del mundo de los deportes de motor es desmantelado por etapas en unas ocho horas. En menos de una hora las primeras piezas van camino del aeropuerto en camiones, donde les espera un avión preparado para el despegue. El proceso es rápido pero planeado con cuidado, ya que, si algo va mal, la próxima carrera se verá afectada.
Las listas de carga se planean con semanas de antelación, para asegurarse de que el equipo se carga en el orden correspondiente y llega a la próxima cita de la manera correcta. Así el material se va sacando según se necesita. También recibe especial atención el envío de material por mar y por carretera, mucho más lento que en avión, pero más económico y con más capacidad. Las piezas más baratas y de mayor tamaño, como las barreras de control, se suelen enviar por barco con cinco duplicados.
Los coches de carreras se transportan siempre por carretera o en avión privado. El transporte por tierra supone meter los coches en cajas que van sobre plataformas dentro de los camiones, de manera que se les protege de golpes o movimientos que puedan dañarlos. Cuando la Fórmula 1 vieja internacionalmente, los coches se transportan en dos grupos, el crítico (carrocería, motores, neumáticos, ordenadores) y el no crítico (herramientas y elevadores). Los equipos suelen usar aviones de carga, alquilados por la dirección de la Fórmula 1 (FOM).
Cada coche de Fórmula 1 se desmonta por partes y el motor y la caja de cambios, las aletas frontales y traseras, los espejos y la suspensión se colocan en sus propias cajas con almohadillas o, en el caso de la carrocería, se empaqueta en cajas hechas a medida para aprovechar todo el espacio de la bodega del avión.
La carrera contra reloj
Los avances de la tecnología han añadido más presión al proceso de montaje del Gran Premio de Fórmula 1, y ahora algunos miembros del equipo llegan en avión el miércoles, una semana y media antes de la carrera, para preparar los cables y las conexiones necesarias y montar los talleres y caravanas, el centro de prensa y las instalaciones de atención al público.
Por supuesto no existe el plan perfecto y, según van pasando las etapas de práctica y calificación y los equipos hacen cambios a sus coches, siempre se dan cuenta de que necesitan alguna pieza que se dejaron en la central de la escudería. En estos casos, DHL tiene que ponerse en marcha rápidamente para llegar a tiempo a la próxima cita.
Los pilotos de Fórmula 1 y los aviones privados
La historia de amor entre los pilotos de Fórmula 1 y los aviones privados comenzó cuando el tres veces ganador del Campeonato Mundial de pilotos de Fórmula 1, Niki Lauda se enamoró de la libertad, conveniencia y eficiencia de viajar en avión privado durante la temporada de carreras cuando pilotaba para Ferrari. A día de hoy es el presidente no ejecutivo de Mercedes, en 2004 fundó una compañía de servicios chárter y vuela entre carreras del circuito de Gran Prix en su Bombardier Global 6000.
El jet de Lewis Hamilton, un Bombardier Challenger 605 rojo como un camión de bomberos, suele verse regularmente en los aeropuertos cercanos a las carreras de Fórmula 1, mientras que el piloto de carreras de Red Bull, Daniel Ricciardo ha declarado que el viaje más emocionante de su vida fue el que hizo a bordo de un Cessna Citation Bravo cuando su jefe Dietrich Mateschitz le recogió de una carrera de Gran Prix el año pasado. Lo que hizo de esta experiencia algo especial, aparte del lujo y la comodidad del vuelo en sí mismo, fue que Mateschitz pilotó él mismo el aparato.
Esta experiencia fue definitivamente mejor que la del compañero de equipo de Ricciardo, Max Verstappen, cuando subió a un vuelo regular tras el Gran Premio de Canadá en 2016. Tras ser informado de que su asiento en business estaba ya ocupado, tuvo que viajar en el único asiento disponible junto a los lavabos en economy. Aunque el gran piloto de Fórmula 1 demostró su humildad sin protestar ante la situación, probablemente su experiencia fue mucho menos cómoda que la de su compañero.
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